PREVENCIÓN DE DELITOS SEXUALES EN
INSTITUCIONES EDUCATIVAS Y DEPORTIVAS
Los delitos sexuales en instituciones educativas y deportivas son casos excepcionales. Sin embargo sigue habiéndolos y por lo tanto nos ocuparemos de proponer una serie de medidas a fin de evitarlos.
El personal. Debe tener un examen de perfil psicológico-psiquiátrico. No importe en que área desempeñe sus funciones. También se debe chequear si existen denuncias en su contra sobre todo si son por violencia.
La verificación de domicilio por parte de la policía. Es aconsejable que el personal sea permanente (por ejemplo los servicios de limpieza son contratados a empresas que tienen una dinámica rotación de personal tanto femenino como masculino). El personal debería ser exclusivamente femenino donde hay chicos.
El ingreso. El ingreso y desplazamientos de cualquier persona debe quedar registrado (lo más cómodo son las filmadoras cuyas cintas deberán guardarse un tiempo prudencial). De permitirse el ingreso, debería ser luego de verificados los datos de la documentación de quien lo solicitase. El delivery para el personal hasta la ventanilla únicamente. Todos los colegios deberían tener las ventanillas de recepción. En muchos colegios hoy día para atender a quien toca el timbre de entrada tienen que abrir la puerta directamente.
Pagos. Más que una caja “chica” no suele haber efectivo en los colegios y en los clubes, o por lo menos debería ser así. Es correcto que el pago de cuotas, de sueldos, de facturas a proveedores, se deriven a entidades como Rapi Pago o Pago Fácil y bancos. No deben aceptarse pagos en los colegios, sin excepción.
El diseño edilicio. Este es uno de los puntos más críticos. En la mayoría de las instituciones educativas y deportivas el diseño no ayuda a la hora de poder controlar los movimientos tanto de chicos como de los adultos. Los arquitectos deberían asesorarse con gente que trabajara con víctimas de abusos y con personal de seguridad al momento de diseñar. Cada colegio debería replantearse si no le es necesario remodelar.
Los baños de los chicos quedan lejos de sus respectivas aulas, donde a estos todos tienen acceso y por su posición con respecto a la dirección o al personal de seguridad son un punto oscuro en cuanto a su supervisión.
Los accesos entre distintos niveles o disciplinas deportivas. Cada nivel inicial debe ser independiente del resto. Una puerta siempre cerrada herméticamente (del lado de adentro de fácil apertura. Nunca cerrada con llave). No más de dos accesos al nivel en los colegios: uno a la calle, separado de los otros niveles de ser posible, y otro con la institución. Al menos que un alumno esté acompañado por un responsable no debe permitírsele el acceso a un nivel o disciplina que no sea la suya. Las distintas edades que conforman el EGB o que participan de diferentes grupos en un mismo horario en los clubes, son un verdadero problema por ser una etapa donde el crecimiento es notable de año a año. Al iniciarse el ciclo lectivo en marzo niños de cinco años conviven con alumnos de hasta 13 o 14 años. Lamentablemente no en todos los colegios tienen lugar físico como para que en el mismo tiempo de recreo sea posible dividir por edades los espacios de juego. Tal vez los timbres a distintos horarios sea una solución provisoria. Si bien existen “turnos” entre los docentes a la hora de controlar las actitudes de los chicos durante los minutos de recreo no siempre un único docente puede supervisar correctamente tantos alumnos al mismo tiempo.
Los depósitos, los pasillos internos, las salidas de emergencia que siempre deben estar abiertas, deben estar moni toreadas por cámaras permanentemente. Los depósitos siempre bajo llave.
Horas de materias especiales. De los pocos casos de abusos y violaciones dentro de colegios, el mayor porcentaje de hechos fueron cometidos por los mismos responsables de los chicos: autoridades, o profesores. Y dentro de las víctimas es notable la poquita edad con la que cuentan, en general.
Generalmente y de muy buen criterio los docentes varones son destinados a grados superiores. Pero en cuanto a los profesores varones de materias especiales las maestras o auxiliares deberían supervisar que todo esté bien durante la totalidad del tiempo que dure la materia especial, ya que están en contacto con chicos muy chiquitos que en algunos casos empiezan su escolaridad sin saber hablar, sólo balbucean.
La limpieza. Siempre en ausencia de los alumnos. Si hubiera alguna urgencia al respecto que el ingreso del personal a cargo mientras están presentes los alumnos sea supervisado por alguna maestra, personal de seguridad o autoridad.
La salida. Es importante que ésta se realice en distintos horarios. Los alumnos en distintas etapas, con diez o quince minutos de diferencia, pueden tener una salida ordenada y supervisada por su propio docente. Solicitar a los padres que NO se adelanten y se mezclen con los padres de otra tanta para evitar las aglomeraciones que son un punto crítico. Esto se evidencia de manera más clara cuando hay mas de un curso por grado. En un turno puede llegar a haber hasta ochocientos alumnos dependiendo de que institución sea. No es difícil imaginar el desorden entre los ochocientos alumnos, sus docentes y los padres. Hay que tener en cuenta que desde hace unos años (por los secuestros express y las patotas) los adolescentes tambiénson esperados por los padres en las puerta o en las esquinas de los colegios y clubes.
A cada docente debe facilitarse la supervisión de que cada uno de sus alumnos sea retirado por sus padres, niñera, o personas autorizadas formalmente. Alguien que no esté autorizado en forma escrita, aunque sea familiar del alumno y conocido por las autoridades, JAMAS debe retirar a un chico.
Excursiones-campamentos- actividades físicas- torneos con desplazamiento de la institución
Siempre debe haber presencia de al menos un par de familiares en cada excursión. Y uno de ellos debe ser sí o sí una mujer. La institución debería informar la dirección, el trayecto, compañía de transporte, teléfonos fijos del lugar de destino. También teléfonos móviles del superior (aunque no concurra) y del responsable que asista a la salida. Los padres deberían chequear que la seguridad este asegurada en todo momento, desde el inicio de la salida hasta el momento del regreso, incluyendo el lugar de permanencia.
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